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En el sistema tributario español los impuestos pueden clasificarse de diversas formas. Es muy común distinguirlos como directos o indirectos, de acuerdo a si gravan el patrimonio o su producto.
Pero algunos impuestos pueden clasificarse como impuestos progresivos, cuando toman en cuenta el monto de la base imponible. ¿Conoces estos impuestos?
A continuación, te entregamos un nuevo artículo en materia tributaria. Detallamos ¿qué es un impuesto progresivo? ¿Cuáles son los tipos de impuestos progresivos? ¿Y qué diferencias tienen con los impuestos proporcionales?
¿Qué son los impuestos progresivos?
Los impuestos progresivos son aquellos gravámenes que se incrementan a medida que el contribuyente presenta una mayor capacidad económica. Es decir, mientras mayor sea la renta del obligado, mayor será el porcentaje que grave la base imponible.
Estos impuestos progresivos atienden al Principio de Progresividad tributaria que recoge la Constitución española, en su artículo 31.1. Este principio expresa que, cuanto mayor resulte la capacidad económica de un individuo, éste deberá contribuir en mayor proporción con el sostenimiento de los gastos públicos.
Así que los impuestos progresivos son los tributos que se incrementan a medida que también crece la base imponible. Suponiendo un trato desigual de acuerdo al nivel de renta de la persona, con el fin de obtener la igualdad en la distribución de las obligaciones fiscales.
Existen, básicamente, dos formas de progresividad:
- Continua. Es la progresividad en la que se aplica un mismo tipo impositivo a toda la base imponible, de acuerdo al tramo en el que se encuentre.
- Escalonada. Este tipo de progresividad se presenta cuando la base imponible es dividida en tramos ascendentes, cuyos montos serán gravados con un porcentaje distinto que, a su vez, irá incrementándose a medida que asciendan los tramos.
Tipo de impuestos progresivos
En nuestro sistema tributario contamos con tres tipos de impuestos progresivos:
- 1. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas IRPF. Grava la renta que perciben las personas físicas, en el transcurso de un año natural. Es el impuesto progresivo más conocido, siendo la base imponible la renta del individuo. Presenta una progresividad por tramos
- 2. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones ISD. Es un impuesto que grava los bienes obtenidos mediante transferencia por donación o sucesión. Y es progresivo porque mientras mayor sea el patrimonio heredado o donado, mayor será el porcentaje a pagar por el obligado.
- 3. Impuesto sobre el Patrimonio IP. Este impuesto grava el valor de la propiedad o bienes de toda persona física. También es progresivo. Su porcentaje de retención se calcula en base a tramos o escalones. Mientras mayor sea el patrimonio, mayor será el porcentaje a pagar.
Diferencias entre impuestos progresivo e impuesto proporcional
También existen los impuestos proporcionales, cuyos porcentajes o tasas impositivas se mantienen fijas, independientemente de la cantidad de la renta, patrimonio o bien que grave. Comparándolos con los impuestos progresivos encontramos las siguientes diferencias:
- Los impuestos progresivos se rigen por el principio de progresividad tributaria, para obtener una mayor distribución de las riquezas de la sociedad. Mientras que los impuestos proporcionales no hacen distinción entre los ingresos o rentas que percibe el contribuyente.
- Los impuestos progresivos se establecen según el nivel de renta. Al ser mayor la base imponible o la renta percibida, mayor será el porcentaje impositivo. Mientras que los impuestos proporcionales aplican el mismo tipo impositivo de forma uniforme, sin considerar la base imponible.
- Los impuestos progresivos facilitan la redistribución de la riqueza, lo que favorece a los ciudadanos con menores ingresos. Mientras que los impuestos proporcionales no tienen esta función, se aplica indistintamente a todos los individuos.
Por ejemplo, el IVA no es progresivo, este impuesto es proporcional porque siempre el porcentaje a aplicar es igual.
Ejemplos de impuestos progresivos en España
Como ejemplo, veamos el porqué el IRPF es progresivo. En este caso, la autoridad tributaria ha dispuesto una tabla que determina el pago del IRPF de forma progresiva, de acuerdo a diversos tramos.
Cada Comunidad Autónoma aprueba sus propias escalas del IRPF. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, los tramos son los siguientes:
- Base imponible de 0 a 12.450 euros: 8,50% de retención.
- Base imponible de 12.450 a 17.707,20 euros: 10,70% de retención.
- Base imponible de 17.707,20 a 33.007,20 euros: 12,80% de retención.
- Base imponible de 33.007,20 a 53.407,20 euros: 17,40% de retención.
- Base imponible de más de 53.407,20 euros: 20,50% de retención.
Si un trabajador obtiene un rendimiento anual de 20.000 €, entonces el cálculo desglosado se realiza de la siguiente manera:
- En el 1er tramo: el trabajador debe pagar el 8,50% de 12.450 euros:
- 0,085 x 12450 €= 1.058,25 €.
- En el 2do tramo: debe pagar el 10,70% de la diferencia entre los límites del 2do tramo:
- 0,1070 x (17.707,20 € – 12.450 €) = 0,1070 x 5.257,20 € = 562,52 €.
- En el 3er tramo: paga el 12,80% de la diferencia entre la renta anual percibida y el límite mínimo del tramo:
- 0,1280 x (20.000 € – 17.707,20 €) = 0,1280 x 2.292,80 € = 293,48 €.
- Total a pagar por el IRPF (obviando deducciones y retenciones) = 1.914,25 €.
Otro ejemplo de impuesto progresivo es el ISD, un tributo que tampoco presenta una tasa fija. Se calcula de acuerdo a las condiciones y tramos aplicados en la Comunidad Autónoma de residencia del causante, en caso de sucesión. Y si se trata de donación, el cálculo debe realizarse de acuerdo las tablas impuestas por la Comunidad en la que resida el donatario (quien recibe el bien).
Como ves, el pago de un impuesto progresivo puede calcularse por tramos. Pero, de cualquier forma, por progresividad escalonada o continua, siempre las rentas más altas están gravadas por porcentajes mayores.